Mi nombre es Tito Guillermo KUNZE DURAN, 42 años, empleado, Presidente del Sindicato de Textil Burguer, militante socialista. El 12 de septiembre del 73, estando en mi trabajo, llegaron carabineros de la Cuarta Comisaría a allanar la empresa. Fuimos detenidos como 200 trabajadores, que no resistimos al arresto. Yo creía todavía en la rectitud de las fuerzas armadas de mi país. Nos sacaron al patio donde nos hicieron formar una fila, con las manos en la nuca. Lo que pasó después yo lo sé muy bien, pero también se sabe porque otros trabajadores contaron que estando yo en la fila, apareció un carabinero vestido de civil que me disparó una ráfaga de metralla. Ese mismo día fallecí en la Posta Central. Estoy convencido de que todo estaba ya planificado; el carabinero que disparó iba de civil para ser menos identificado y seguía órdenes superiores. Por eso la Comisión dice que soy víctima de una grave violación a mis derechos humanos, porque fui ultimado por una acción consciente y no fortuita, y mientras estaba en poder y bajo la custodia de fuerzas del orden. Pobre consuelo, mis familiares han recibido una indemnización por concepto de daño moral.