El 20 de septiembre no será nunca fecha de festejo para mi padre. Cómo se iba a imaginar el pobre, lo que se nos venía. Yo, Simón Eladio Sánchez Pérez, tenía 17 años, era estudiante y no me había metido nunca en la política, vivía con mi familia en la Villa O’Higgins de la Comuna de La Florida. Ese día, mi padre me mandó a dejar una plancha a la población La Bandera. En el momento en que yo llegué, la población estaba siendo allanada y claro, a mí también me agarraron. Mi gran pecado fue que no tenía carné y eso bastó para que me llevaran preso. Desde ese día mi familia no supo nunca más de mí, aunque se acercaron a la Vicaría de la Solidaridad y pidieron explicaciones, mi nombre sigue siendo uno más de los que “se desconoce su paradero”.