Yo soy Sergio AEDO GUERRERO, me gano la vida como comerciante ambulante, tengo 35 años y nunca quise ser parte de un partido aunque mis simpatías estuvieran con el gobierno de la Unidad Popular. El 12 de septiembre de 1973, como tantos otros, tuve que salir a comprar víveres, por supuesto a la hora en que no había toque de queda. Yo iba caminando por el sector de Carrascal, cuando desde un recinto militar, empezaron a disparar, así no más. Las heridas que recibí eran mortales y fallecí el 14 de septiembre en la Posta 3, de Santiago. Mi vida se terminó antes de tiempo, pero puedo decir que al menos, me queda la triste satisfacción de que la Comisión diga que soy víctima del uso irracional de la fuerza por parte de agentes del Estado, lo que es una violación de losderechos humanos.