Mi nombre es Mercedes del Pilar Corredero Reyes. Pareciera que es lo único exacto que se recuerda de mí por lo poco que alcancé a vivir. Dicen por ahí que tenía 9 años el 12 de septiembre de 1973, y también dicen que yo era estudiante secundaria… ¡tendría que haber sido un genio para haber saltado tantos cursos! Pero no se necesita ser genio para saber que en esos días cualquiera podía perder la vida, sin razón alguna. Ese día yo iba por la calle Gran Avenida cuando recibí un balazo que terminó con mi historia. La Comisión Rettig dice que “… fui víctima de violencia política, no estando acreditadas las circunstancias precisas de los hechos”, porque la autopsia menciona que la causa de mi muerte habría sido el “impacto de bala con salida de proyectil en la rodilla izquierda”. Pero no creo que uno se muera por eso. Yo digo que en ese momento, nadie se preocupó de mí. Por favor, preocúpense ahora ustedes.