Mi nombre es Haydée Castro, nada muy importante en eso, tampoco lo fue mi historia, aunque fuera la de tantas otras mujeres después del golpe de Estado en Chile. Durante la dictadura estuve presa y en ese espacio sin libertad, tuve a mi lado otras como yo, que no sabíamos cuál sería nuestro destino. El tiempo es largo sin libertad, por eso me uní a otras mujeres que hacían artesanía, así hice muñecos de tela que dejé entre mis seres queridos al partir a Bélgica como exiliada. Tengo dos hijos que no vi crecer porque fueron criados por mi tía. Toda esa pena y violencia vividas me causó un aneurisma fatal. De mi sólo quedan esos pequeños objetos, muñecos sin nombre y una flor a crochet, para que no me olviden.