Soy Carlos Alberto BUSTAMANTE MANCILLA, tengo 23 años y soy empleado de la Embajada Argentina. El 14 de septiembre de 1973 no era buen día para andar en las calles, pero se podía salir y eso hicimos con mi amigo Ernesto Alfonso Pérez Navarrete; teníamos ganas de comer algo y salimos a comprar. Al volver, momentos antes del inicio del toque de queda, cerca de la casa de Ernesto, fuimos detenidos por una patrulla militar. Ahí mismo nos ejecutaron, sin mayores trámites ni averiguaciones. Los vecinos presenciaron todo y ellos informaron a la familia Pérez, pero por el toque de queda, quedamos los dos tirados en la calle hasta la mañana siguiente. El certificado de defunción dice que morí el 14 de septiembre, a las 22:00 horas, en el centro de Santiago por causa de heridas por arma de fuego. Lo que es un error, nos mataron antes del toque de queda que empezaba a las 21h. Ahora soy solo otra víctima del uso irracional de la fuerza por parte de agentes del Estado, en un acto de violación a los derechos humanos.