Me llamo Ernesto TRAUBMANN RIEGELHAUPT, checoslovaco de ascendencia judía, nacionalizado chileno, 49 años, casado, 2 hijos. Soy militante del Partido Comunista y relacionador público de la Empresa Nacional de Minería. El “Tancazo”, en junio del 73, fue el aviso de lo que se preparaba, entonces el Partido me asignó a tareas de comunicación, previendo otro intento de Golpe de Estado; con Gilberto Vilca Vallejos operábamos una radio en un departamento en calle Esperanza 358. A comienzos de septiembre, dejé mi casa por la seguridad de mi familia y me instalé en un Hotel. El día 11, fui con Gilberto al departamento para cumplir nuestras tareas; aunque el aparato de radio no funcionó, decidimos quedarnos. En la mañana del 12, recibimos llamadas telefónicas con amenazas. El día 13, como a la una de la mañana, desperté a Gilberto porque había carabineros en la calle. Minutos más tarde, allanaron el departamento y nos sacaron esposados hacia la Séptima Comisaría donde nos golpearon y nos sometieron a simulacro de fusilamiento. En la madrugada nos llevaron al Ministerio de Defensa para interrogarnos, ahí los militares notaron mi acento extranjero y decidieron separarnos. En ese instante le dije a Gilberto “…nos van a matar…”; fue la última vez que le hablé. Posteriormente, mi señora fue acosada en varias ocasiones, llegando a cambiar de domicilio. A pesar de sus gestiones no tuvo noticias de mí por años, pero la Comisión concluyó que agentes del Estado me hicieron desaparecer, violando mis derechos fundamentales. En 1995, gracias a nuevas investigaciones, se pudieron identificar mis restos inhumados ilegalmente en el patio 29 del Cementerio General de Santiago.