Me llamo José Andrés GARCIA LAZO, 29 años, técnico en televisión, casado. No me meto en política y debo confesarlo, me gusta celebrar las Fiestas Patrias. Por eso el 18 de septiembre de 1973 fui a una fiesta con mi amigo Jorge Rodrigo MUÑOZ MELLA, un cabrito de l8 años. Lo malo fue que se nos pasó la mano con el trago y cuando volvimos a mi casa estábamos con ganas de seguir revolviéndolas. No sé a cuál de los dos se le ocurrió que desparramáramos la basura y claro, metimos harta bulla, entonces una vecina mala onda, nos denunció. Mi señora estaba embarazada, entonces mi vecino, Enrique Valenzuela, nos ayudó a acostarnos y se devolvió a su casa. Nosotros ya estábamos durmiendo cuando llegó una patrulla; los Carabineros entraron violentamente, nos detuvieron y nos metieron en un furgón, pero antes se robaron un montón de cosas. Nuestros familiares nos buscaron desde el primer momento y supieron que estábamos en el Estadio Nacional, donde nos hicieron llegar ropa a través de la Cruz Roja Internacional. Un señor que era jardinero en el Estadio aceptó buscarnos a pedido del padre de Rodrigo. Logró ubicarnos y vio que yo tenía la mano herida. Él le dio las noticias a don Jorge Muñoz y pudo vernos otra vez 4 días después. A partir de ese momento, nada más se supo de nosotros. El 26 de agosto del 2015, el Servicio Médico Legal entregó a nuestros familiares nuestros restos que fueron encontrados en Patio 29 del Cementerio General. Somos por lo tanto, víctimas del delito de inhumación ilegal.