Yo soy Hernán CEA FIGUEROA, de 38 años, obrero textil, militante comunista. El 11 de septiembre llegaron los militares a mi trabajo, en la Textil PROGRESO. Sin mayores trámites, me detuvieron junto a otros trabajadores y todos fuimos llevados hasta el Estadio Chile. Yo me imaginaba que sería algo corto y que quedaría en libertad a pesar de mis ideas de izquierda, pero pasaron los días hasta el 15 de septiembre. A esas alturas yo ya estaba muy alterado por la situación y todo lo que se veía en el Estadio y entonces me encaré con uno de los uniformados que me custodiaba. No lo ataqué, solamente le hablé golpeado y por eso, fui ejecutado, ahí, en el mismo estadio. Mi familia encontró mi cuerpo un mes después en el Cementerio General. La Comisión concluyó que fui ejecutado al margen de toda legalidad, lo que es una violación de mis derechos fundamentales y que cualquiera que hubiera sido mi acción contra el carabinero, no existe justificación para que se me diera muerte de esa manera.