Soy Ángel Gabriel MOYA ROJAS, tengo 15 años, vivo con mis padres, estoy cursando enseñanza media y no estoy metido en política. El 14 de septiembre, después de estar tres días encerrado por el toque de queda, salí a dar una vuelta. Como a las 4 de la tarde iba caminando de vuelta a mi casa con mi amigo Leonardo Patricio Parga Ortega, habíamos estado conversando de todo un poco y al llegar a la esquina de Escanilla y Borgoño, una patrulla militar nos detuvo… a lo mejor fue el pelo un poco largo de Leonardo, anda a saber. Nos registraron enteros y nos dijeron que nos fuéramos corriendo, al irnos, uno de los militares dijo que había escuchado que lo insultábamos y nos disparó por la espalda. Para mí fue una muerte instantánea, pero Leonardo falleció unas horas más tarde. Hubo vecinos que vieron todo y lo contaron. Por todo eso, soy considerado por la Comisión como muerto por agentes del Estado que hicieron uso excesivo de la fuerza y víctima de una violación a los derechos humanos. Leonardo Patricio Parga Ortega no está en el Informe Rettig, pero fue reconocido como caso de violación de DH por la Corporación del Consejo Superior de Justicia