Me llamo Wagner Herid SALINAS MUÑOZ, 30 años, soy técnico agrícola y campeón de boxeo. Fui sereno de la Corporación del Cobre en El Teniente, donde conocí a mi esposa, Carmen Órdenes, y regresé a Talca a trabajar con su padre. Con el triunfo de Allende, en 1971, mi hermano Daniel, diputado socialista, me ofreció ser parte del GAP. Al saberlo, Carmen se preocupó, pero yo le respondí: “… si viene una bala, si no soy yo, es el Presidente”. El 11 de septiembre, estaba en Talca con Francisco LARA RUIZ. Lo conocí en una toma en la que los dos participamos; nos hicimos grandes amigos y lo propuse para ser parte del GAP. Sabíamos que el golpe se preparaba y por eso, la noche antes, decidimos irnos a Santiago pero a las afueras de Curicó fuimos interceptados por militares que al ver los documentos que acreditaban nuestro trabajo, nos llevaron detenidos. El 30 de septiembre, el Servicio de Gendarmería de Curicó dice que nos dejó en libertad, pero en realidad nos entregaron engrillados a agentes del Estado que nos llevaron al Regimiento Tacna, donde nos fusilaron por decisión del general Sergio Arellano Stark, quien comandaba la Caravana de la Muerte. Nuestros restos fueron entregados a los familiares en la Morgue de Santiago, certificando nuestra muerte con fecha 5 de octubre de 1973 y dando como causa, heridas a bala. Con estos antecedentes, la Comisión sabe que la responsabilidad de nuestra muerte es de agentes del Estado.