Soy Francisco LARA RUIZ, 22 años. Con mi amigo Wagner Herid SALINAS MUÑOZ somos parte del GAP. Conocí al Wally, en una toma en la que participábamos. Los dos somos físicamente muy parecidos, altos y fornidos, pero también muy diferentes. Wally es campeón de boxeo; yo soy el quinto de once hermanos y aprendí a leer antes de saber abrocharme los zapatos, prefería devorar literatura a ir a la escuela. Fui parte de los Pioneros, jóvenes que dejamos las bolitas para adherir al PS. A los 20 años, en la toma del campamento Pedro Lenin, escuché a Wally en un discurso. Una admiración recíproca nos hizo amigos entrañables. Él me propuso para sumarme al GAP y fuimos dos sombras del Presidente hasta esa mañana del 11 de septiembre. Estábamos en Talca, sabíamos que el golpe se preparaba y por eso, la noche antes, decidimos irnos a Santiago pero a las afueras de Curicó fuimos interceptados por militares que al ver los documentos que acreditaban nuestro trabajo, nos llevaron detenidos a la Cárcel de la ciudad. El 30 de septiembre, el Servicio de Gendarmería dice que nos dejó en libertad, pero en realidad nos entregaron engrillados a agentes del Estado que nos llevaron al Regimiento Tacna, donde nos fusilaron por decisión del general Sergio Arellano Stark, quien comandaba la Caravana de la Muerte. Nuestros restos fueron entregados a los familiares en la Morgue de Santiago, certificando nuestra muerte con fecha 5 de octubre de 1973 y dando como causa, heridas a bala. Con estos antecedentes, la Comisión sabe que la responsabilidad de nuestra muerte es de agentes del Estado.