Soy NALVIA ROSA MENA ALVARADO, para el 11, tenía 18 años y estaba embarazada. Con mi compañero Luis Emilio RECABARREN GONZALEZ, nos conocimos en 1972 militando en la Juventudes Comunistas. Mi familia era pobre pero los 11 hijos estudiamos. Mi padre era obrero, militante y dirigente del Partido Comunista, yo seguí su ejemplo. Después del golpe, temíamos lo que podía sucedernos. Mi hermano mayor fue detenido y estábamos amenazados; quisimos asilarnos pero la Embajada de Holanda nos rechazó por mi embarazo. Luis Emilio y su hermano consiguieron trabajo durante la dictadura y yo iba siempre a buscarlos al final del día con nuestro hijito mayor. Eso hice el 29 de abril de 1976, mi segundo embarazo de 3 meses no me incomodaba. Al regreso, nos interceptaron hombres de civil, con metralletas. Me golpearon ferozmente, después nos metieron en un vehículo que partió no sé hacia dónde. A mi hijo lo abandonaron cerca de la casa de mis suegros y lo encontró Ana, su abuela. Al día siguiente, mi suegro, Manuel Segundo Recabarren Rojas, salió para hacer averiguaciones, pero tampoco llegó a su destino, fue detenido y hecho desaparecer. Esto se sabe porque hay testigos. Mi nombre está entre los 70 Detenidos Desaparecidos incluidos en una querella contra la DINA que fue sobreseída en noviembre de 1989, pero luego de la detención de Pinochet en Londres, se activaron los juicios de derechos humanos. El caso de nuestra familia fue investigado y el 28 de julio del 2017, 19 exmiembros de la DINA, fueron condenados por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado. Pero mi destino igual que los de mi esposo Luis Emilio, mi cuñado Manuel, mi suegro y mi hijo que tal vez nació, siguen siendo desconocidos.