Mi nombre es Waldo Antonio BELLO BELLO, ojalá que eso esté bien claro, porque para mí, lo que me pasó no está nada claro. Soy comerciante, tengo 35 años y aparte de mi familia y el trabajo, mi gran placer es jugar al fútbol. No me parece que nada de eso sea políticamente peligroso, pero para otros debe serlo porque el día 10 de diciembre de 1973 cuando terminé mi trabajo, me fui a jugar fútbol. ¿Qué pasó? Tampoco eso está claro, lo único cierto es que no regresé a mi hogar y mis familiares me encontraron días más tarde en el Instituto Médico Legal. La causa de mi fallecimiento, como dice la autopsia, fue « el conjunto de heridas de bala torácicas y cráneo encefálicas » provocadas por cuatro proyectiles de 2 tipos de armas de fuego como las de armamento policial. Con esos antecedentes, la Comisión Rettig concluyó que mi muerte fue provocada por la acción de agentes del Estado y que soy una víctima más de violación a los derechos humanos.