Mi nombre es Nelsa Zulema Gadea Galán. Llegué a Chile en 1973, pensando que aquí podría llevar a cabo la lucha por la que era perseguida en mi país, Uruguay, donde estudié Derecho, además de estar casada y ser militante del Partido Obrero Revolucionario. En Chile pude trabajar como secretaria de la Corporación de la Vivienda (CORVI) asignada a la planta de la empresa soviética K.P.D. Tengo claro que como extranjera, yo debo haber estado fichada y por eso, el 19 de diciembre, una patrulla militar se presentó a mi trabajo y desde ese día permanezco desaparecida sin que mi gente tenga noticia alguna de mi paradero y a pesar de los viajes que mi familia realizó para encontrarme, nunca tuvieron noticias de mí ni en Chile ni en el extranjero. Finalmente, fui reconocida por la Comisión Rettig como víctima sometida a desaparición forzada, presumiblemente por agentes del Estado. Esto fue posible puesto que se pudo probar que mi domicilio, como también el de varias amistades, fue allanado en días próximos a mi detención. También, se pudo acreditar mi detención a través de testigos a quienes agradezco el haberme permitido este reconocimiento, por mí y por mi familia.